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- Serie "2014" de José María Casas
Pilar Altilio
I
El arte contemporáneo puede ser lo que el artista decida. Esta afirmación que encontramos extendida tanto en los ámbitos académicos como de promoción de la escena contemporánea, nos permite reflexionar sobre el relativo valor de la novedad como signo importante para caracterizar lo que vemos, sobre todo en la producción de artistas menores de 40 años.
Llevamos varios calendarios escuchando sobre ciertas letanías de finales, como la del dibujo o la pintura, para comprobar que son prácticas atávicas, disponibles al uso humano como una cualidad intrínseca y expresiva que sigue teniendo valor para hacer arte.
Dicho esto con claridad, frente a la obra de José María Casas, hay una serie interesante de tópicos que discernir, no ya explicando su forma de producir, sino observando la manera en que sostiene una obra que intenta abrir otras derivas.
Una de las dimensiones que propongo -pues constato que nunca fue tenida muy en cuenta-, es la de pensar la manera en que se inscribe el tiempo en la obra reciente. En la forma en que se inserta esta dimensión como actor y actante laborioso dentro de las dimensiones del plano que lo contiene. La otra es precisamente atender la evolución del soporte, que aparece como otro sujeto que viene cambiando, tanto en su forma como en su capacidad de sostén dentro de la producción de José María. Hablaremos de las dos con la intención manifiesta de que “todo en esta obra está afuera, en los discursos que fabrica”,como sostiene Graciela Speranza.
II
Manejar la sustancia color sobre un plano, sin ninguna meta previa, dejando que los propios fluidos coloridos vayan acomodándose encapas que despliegan sus propias cualidades transformadoras. Hacer visible un proceso que pierde la secuencia de los pasos pero que evidencia el transcurso del tiempo en las modificaciones químicas que la materia color provee. Como proyecto parece simple, sin embargo este trascurso temporal de ejecución permite apreciar paisajes hipnóticos de múltiples texturas, radiantes y opacas,circuitos de la mirada sobre una superficie que parece apreciarse mejor en la distancia. Cuando estamos muy cerca de la obra, hay una tentación casi táctil de relevo, que se vuelve muy obsesivo en las cualidades de esa fluidez material que va armando sus propios recorridos.
El tiempo no es lineal, como una simple flecha hacia adelante. Por el contrario, hace dobleces y pliegues en su sustancia en la serie de Casas que ahora propone. Como el propio fluir de los líquidos coloridos podemos llegar a discernir algunas particularidades.
En principio, podemos reconocer en la vigorosa actividad propia de todo acto creador, en coincidencia con la teoría del físico Ilya Prigogine, aquella en donde se enuncia que el orden surge del caos. Sucesión dinámica que hace visible la capacidad cambiante de la realidad bajo la fuerza sorprendente de la dimensión creadora. Al menos en el nivel del microcosmos, este universo parece verificar millones de procesos de los que no somos conscientes. El video que presenta el avance del color sobre el soporte y sus resultados parciales es tal vez una buena forma de apreciar este ejemplo.
Video: http://vimeo.com/16998725
[[Para mas info ver - https://www.behance.net/gallery/4871379/30109]]
Este interesante raconto forma parte de una videoinstalación que ya fuera presentada en dos ocasiones de maneras diferentes,en un caso siguiendo otra temporalidad, la de la música contemporánea ejecutada en vivo.
Por otro lado, la dimensión del tiempo es también la de las series, dispositivo con el que José María incluye obras en varios períodos. Dípticos, trípticos o constelaciones no regulares de piezas que incluso se enfrentan en el ángulo de la pared o cubren la superficie de un cubo. Podemos deducir que son señalamientos de una topología propia de una secuencia temporal del orden de las sucesiones, que arman esa misma fusión entre tiempo y espacio que enunciaba Einstein en su teoría más difundida.
III
Tiempo y espacio que se combinan distinto mientras el soporte va cambiando. En aquellas primeras obras, Casas se proponía interrogar en la producción el concepto de paisaje. Es decir un desdoblamiento entre tierra y cielo, un recorte de algo visible. Luego exploró las dimensiones del blanco absoluto, neutro completo para contener toda la revolución de movimientos secuenciados aleatoriamente, por la propia capacidad de un líquido de recorrer una superficie. Ese blanco, sustancia pasible de ser llenada de elementos, fue interesante porque era ese punto departida apreciado como sustrato vital, pasando de pasivo a interactuar con los colores, consiguiendo apenas dejarlo en el plano del soporte.
Luego sucede elcambio de inserción, la mudanza de contexto. José María se muda a Buenos Aires y el soporte cambia, reclamando ya otro significado, otro punto de vista. Entremedio, aparece como una irrupción o un cruce de sentidos, un mapa encontrado en la calle, -descartado por ser seguramente anacrónico-. En ese mapa de los años 70, el piso-soporte de la obra ha cambiado. Registra el otro suelo que pisa, que habita, donde también crea y abre un espacio, mitad universo privado, mitad público y compartido.
Se acerca al fenólico, un material muy usado en la industria naviera por sus cualidades de estabilidad hecha mediante capas que arman una trama sólida. Le interesa profundizar en la capacidad no sólo más absorvente de este soporte, sino en la posibilidad de trabajarlo mediante alteraciones en su superficie, yendo hacia la profundidad cercana al centímetro que posee.
También el contraste entre figura-fondo se abre a nuevos rumbos, no explorados antes. El neutro del blanco queda descartado y la superficie adquiere un valor tonal diferente. El peso también cambia, pues el soporte tiene una estabilidad especial propia que lo lleva a definir otras resoluciones de los bordes o la forma de colgarlo en la pared.
Los pasos que implican el desarrollo continúan haciendo lo suyo como agentes químicos que desencadenan grietas, rupturas, rechazos e integraciones hasta que el trabajo sobre el plano deja de ser activo y se sustancia en su propio espacio de obra. Hasta que José María se desplaza en un espacio donde los resultados más claros ya aparecen y el trabajo de colorear lo deja satisfecho.
IV
Las premisas básicas no han cambiado en lo esencial, pero hay posibilidad de verificar esas dos derivas que han modificado tiempo y espacio como corolario de su propio desplazamiento espacial-temporal. El paso siguiente, si es que podemos predecirlo, tal vez sea aligerar el soporte permitiendo que el color se trasluzca en capas. Extremando la predicción, tal vez habiendo ya tomado posesión de su propio suelo, forje una desmaterialización donde el color se vuelva protagonista absoluto, materia activa que juega con el espacio.
En todo caso, la posibilidad de continuidad que este joven artista tiene, luego de esta primera década de trayectoria, está garantizada. Habrá seguramente una continuidad de exploraciones vitalistas que se enfoquen en los dispositivos de exhibición que indague. Aunando su propia capacidad de trabajo con su actividad en la gestión cultural independiente, actividades que no divergen sino que van en la misma dirección de descubrir y explorar caminos, integrando comunidades y redes de artistas.
- Mar del Plata, Septiembre del 2014.
- "Desembarco"
de náufragos y navegantes
Durante años la costa de San Telmo represento un nuevo inicio para aquellos inmigrantes que llegaban de todo el mundo. Pero también implico un nuevo inicio para nosotros, el comienzo de un riquísimo intercambio cultural, y la posibilidad del surgimiento de nuevas ideas y estéticas. San Telmo fue así la cuna para una nueva cultura que comenzaba a gestarse de la mano de viajeros que se animaron a lanzarse a lo desconocido con ansias de nuevos mundos y horizontes.
Pasado el tiempo, ya secas sus orillas, y alejado el Rio; un nuevo navío llega a San Telmo desde las costas de Mar del Plata. Una nueva muestra toma posesión de Babel Art Space invitando a sus huéspedes a animarse a la mar; a navegar y perderse en dicho intento; a animarse a naufragar para encontrar lo desconocido.
Este "desembarco" propone relanzar una vez más aquello que constituyo la esencia fundacional de este barrio: la mezcla, el intercambio, entre ideas propias y ajenas que lanza a nuestra imaginación hacia nuevos rumbos. La obra de José M. Casas intenta precisamente eso, llevarnos de viaje pero sin pretender imponernos hacia donde. Su idea es funcionar como disparador, como excusa, para que nosotros viajemos. Para ello precisa también relanzar esa gallardía de viajeros y navegantes, aventurarse en su obra implica animársele a lo desconocido, pues allí no se encontraran afirmaciones ni certezas, tampoco una bajada línea. Por el contrario, el autor ofrece, un campo abonado con ambigüedades y ambivalencias pensadas precisamente para dar lugar una multiplicidad interpretativa. En lugar de decirnos que ver, de imponernos que mirar, juega con los limites para obligarnos a buscar y que seamos parte.
La obra, sin lugar a duda, la completa quien la ve, "two-" lo sabe y ha decidido no pelear contra ello sino estimularlo. Su obra intenta liberarnos de la estructuración cotidiana, de nuestra necesidad de saber si o si antes que nos enfrentamos, y se propone como experiencia a partir de la cual podamos explorar nuestra sensibilidad y sus posibilidades; para que podamos pensar e imaginar libremente. A partir de un clima lleno de equívocos y múltiples posibilidades, nos invita a mirar, buscar, y encontrar nuestra propia interpretación, nuestros propios significados, y no los suyos. Por eso amaga formas pero luego las destruye, por ello no escatima en capas, materiales, ni sutilezas. Su idea es clara: pretende que su obra sea navegable, y para ello intenta dotarla de aquella infinitud que posee el mar
Sus trabajos recuerdan a fotos satelitales, a vistas aéreas de paisajes terrestres. También a constelaciones, galaxias, y viejas imágenes cartográficas. No es extraño encontrar estas reminiscencias en su obra, esas coordenadas de viajeros y navegantes, son precisamente las que siempre les han servido de guía. Sin embargo sus metáforas -ya sean marinas, terrestres o espaciales- se acercan más al paisaje que podremos encontrar en el camino y no a una guía. Su intencionalidad es la del naufragio, la aventura, y no la de ofrecernos un puerto seguro al que llegar. No hay direccionalidad en su obra. Al contrario, podríamos decir citando a Meister Eckhart El Turingio “Hay gente que se hace a la mar con una brisa suave y atraviesa el océano: así hace, pero no lo atraviesa. El mar no es una superficie. Es un abismo de arriba abajo. Si quieres atravesar el mar, naufraga.”
Invitamos pues, a nuestros viajeros y huéspedes, a "naufragar" junto a nosotros en esta nueva muestra.
- *Babel Art Space, San Telmo, C.A.B.A.
- “Porque lo sublime no alcanza; también se necesita lo sutil, la sutileza consistente en desviar lo real…”. Jean Baudrillard. El complot del arte, 2007.
A partir del 15 de diciembre y por casi dos meses se extiende DESEMBARCO, la flamante y abultada individual pictórica, del joven artista marplatense, José María Casas, en Babel Art Space, un singular Hotel Boutique, ubicado en el porteñísimo barrio de San Telmo, que apuesta por el joven arte argentino.
La heterogeneidad de las creaciones artísticas actuales, la multiformidad de soportes, materiales, formas, objetos inéditos, que ponen en abismo el status ontológico de la noción misma de “arte” en pos de la pluralidad de “las artes” nos hablan de un radical cuestionamiento de los modos, los “usos” y las “claves” para acceder a la fruición estética - el goce kantiano -, y su ulterior interpretación por parte del espectador, en esta ya promediada primera década del tercer milenio.
¿Qué pasa con la pintura que se retroalimenta de sus propias fuentes sin cesar? ¿Por qué cada vez más existen jóvenes camadas de artistas que apuestan por otro rango pictórico, más híbrido, más “desfasado”, irónico, y paradojal, si se quiere? Este “después de la pintura” implica la cesación de los discursos agoreros que se declamaron desde diferentes canales de “validación” del arte, aún hoy, cuando estamos transitando tiempos cuasi alejandrinos, absolutamente post-epocales, en los cuales, es interesante dar cabida a la infinita gama de modulaciones lingüísticas que los discursos del arte nos colocan ante nuestros sentidos y nuestras propias competencias textuales, con el objeto de “abrir la obra en la obra”.
La pintura que se retira del pasado y toma posesión del presente
Ut pictura poiesis. Pintura como cuerpo. Como piel. Como traza. Como tejido transaccional de acciones, que se superponen unas a otras, cual palimpsesto. Pintura como texto, hecha de contaminaciones visuales, de resabios, de descentramientos, de yuxtaposiciones, de metonimias, que niegan la verticalidad de la metáfora - no hay ausencia, no hay sustitución, pues acá todo es presencia -, y por si fuera poco: sus encadenamientos prima facie anárquicos tejen redes laberínticas ad infinitum. Pintura hecha de prodigalidad, de exacerbaciones, de una dilapidación de medios, de un trop, de un “está de más”.
Pintura que se sabe en su esencia, naturalmente “barroca”. Lo contrario al despojamiento. El triunfo del “más”, de la acumulación, del interjuego prolífico de texturas, veladuras, costras, materialidad. Arte de la “presencia plena”, arte que trata de recuperar un “aura” nueva, quizás, más fría, pero aura al fin, dado que no existen dos cuadros iguales. Es decir, como sostenía Benjamin, un arte capaz de producir en el espíritu y el ánimo de quien lo contempla, una suerte de erlechtung. Y es así, como la pintura detenta ese “plus”, que la coloca en un lugar de privilegio, a mí ver, entre las otros mundos estéticos que crea el arte, cuyo abanico sabemos que es infinito. Y eso es bueno tenerlo en cuenta.
Desbordamientos y contaminaciones pictóricas. En contra de la pintura tout court.
La propensión del artista a realizar un riguroso abordaje a sus telas, como si fueran auténticos campos de batalla, al mejor estilo del all over painting, una citación en clave contemporánea del dripping pollockiano, pero con elementos azarosos, luego rectificados a nivel consciente por el artista, es decir, “determinados racionalmente”, si se prefiere, “editados”, con una aproximación netamente gestual y visceral. He aquí, una de sus huellas autográficas más significativas y peculiares.
Casas, parte de un acercamiento al análogo material, esto es, una toma de posesión de la tela o el soporte que desea intervenir, sin mediaciones, valiéndose de un accionismo completamente miocinético, moviendo constantemente la superficie, dejando “colar”, aglutinar y amalgamar el médium, previamente escogido por él y, muchas veces, de naturaleza mixta, gracias al empleo de esmaltes, lacas, materiales artísticos y extra-artísticos, todos coadyuvando para generar un tejido palimpsestual hecho de sucesivas adiciones y superposiciones, en donde los acuerdos de color, son fuertemente pregnantes y shocking. En estos trabajos de grandes dimensiones la colorimetría propia del artista es expansiva. En este sentido, el pintor emplea pigmentos puros, que en el plano visual logran una indiscutible “primeridad” estética, del mismo modo que los monocromos azules de Ives Klein con su International Klein Blue (IKB)
Por otra parte, dicha necesidad de “agregar”, “sacar”, “poner”, adherir escrituras y grafismos, sopesar camadas de pintura sobre otras pinturas, se convierte en una estrategia recurrente, que termina por homologarse con su obsesión por dar cabida y “coleccionar”, aquellas formas de lo informe, cuyo talante aflora con un sesgo lejanamente biomorfico.
De tal suerte, ciertas conformaciones o siluetas abstractas, que aparecieran en algunas de sus anteriores series, se “transfiguran” en estos camuflajes y distorsiones que el artista ejecuta ex profeso, para interrogar y llevar al límite de sus propias posibilidades el lenguaje pictórico ortodoxo de la pureza y la especificidad, propuesto por la estética de Greenberg, en una especie de espiral citacional del “eterno retorno”, hecho ahora “eterno presente”. ¿O no es acaso, lo que llamamos “el grado cero de la pintura”?
La idea de décalage cronológico asume también su protagonismo, una y otra vez, en contra de una convención de “tiempo” igualmente reformulada. En efecto, este es “un tiempo sin tiempo”, en el que conviven pausas, huecos, vacíos, deslizamientos, disrupciones, tachaduras, mementos, conglomerados que son como explosiones pictóricas, para obligarnos a enfocar y desenfocar nuestro ojo. No olvidemos que la mirada, preexiste al ojo como órgano, tal como lo aseveraba Merleau Ponty.
Estos tejidos energéticos, pletóricos de un élan vital, por demás ostensivo, poseen diferentes formatos, desde medidas medianas a grandes superficies, ya sea, en trípticos y polípticos, que adoptan la fisonomía de “muros”. Y justamente, es en esta muestra, que el artista realiza en Buenos Aires, donde se apropia literalmente de todo el espacio interior del edificio y fundamentalmente, lo resemantiza desde una doble vía: modifica la “memoria del predio”, pues existe una decisión y una intentio autoris, absolutamente neo conceptual, en ello y, paralelamente, incorpora a su operar, todo el acervo que la arquitectura del locus le proporciona. En este punto, es fundamental destacar que sus pinturas, “construyen” argumentos, poseen un valor gnoseológico, formulan significados recónditos y aportan conceptos. Pues, se trata de una mera aisthesis, es decir, de una pura visualidad.
Las obras de este último trienio (2009, 2010, 2011) trazan líneas argumentales sumamente alambicadas, con nudos y enredos de sentidos y sinsentidos y dispuestas a ir más allá para trasponer las fronteras de la consabida sensorialidad.
Abstracción de magma fluctuante
El ingrediente activo, el médium que va connotando sus telas y maderas, multiplica y propaga formas que colocan en situación de riesgo la noción misma de tiempo, como ya lo observamos anteriormente. Hay una dualidad de la temporalidad. La pintura está hecha de impurezas, de heterodoxias, restos, de negación de la unilateralidad del propio lenguaje, rasgo típicamente tardo moderno, Ese frente “anti-artístico”, en el buen sentido de la palabra - recordemos el anti-arte - , defiende el efecto plural, la no unidad de la obra, la deriva, la diversidad, su diseminación, su pluralidad semántica, esa relación cuerpo a cuerpo con la pintura, donde las cualidades- de absorción, derrame, coagulación del soporte demuestran el oficio de quien sabe jugar con las disociaciones para transformar la propia poética en un opus subtiliter, no exento de una cruda, informe y profana belleza. O acaso el arte actual no puede ser bello? Me refiero a esa experiencia estética de la belleza que podría definirse mucho mejor afirmando que la existencia es la que queda en suspenso.
- Noviembre 2011 - *Doctora en Historia y Teoría del Arte por la Universidad de Buenos Aires (U.B.A) Critica de arte y semióloga de la imagen / Curadora independiente
- "La obra de José María Casas no puede, o no debe, dividirse en etapas; es más preciso leerla en momentos. Desde sus inicios hace equilibrio en una línea abstracta que fue variando en la intensidad de los trazos, en el formato y en la complejidad de las composiciones. Pero siempre fue abstracta. El punto quiebre de sus obras descansa en el trabajo cromático y en la experimentación con los materiales, no son paréntesis estéticos que comienzan y terminan: es una obra, una misma obra que evoluciona. En su última muestra Satori + 30/109, que tiene lugar en Ciudad Cultural Ñ - La Normandina (Mar del Plata, Roca y La costa), no tuvo mejor idea que meter mano en el proceso creativo y mostrar lo que el espectador no puede ver, por ejemplo la plasticidad de sus cuadros a medida que se van gestando, exhibe con fotografías (planos detalle muy inocentes pero al mismo tiempo de gran potencia) aquello que hasta ahora sucedía únicamente en la intimidad de su taller. Muestra un momento que separa una nueva variable para continuar experimentando, para sumar a ese proceso evolutivo que, a fin de cuentas, es su propia obra.
La muestra se divide en tres: por un lado las fotografías, por el otro dos obras de gran formato trabajadas directamente sobre madera, que son de la misma serie que las que fueron fotografiadas, y el video titulado 30/109, en alusión al opus 109 de Ludwig van Beethoven. Casas fue disparando manchas, mientras, una cámara registró el movimiento de los colores; con ese material y el opus, el diseñador Emiliano Montani realizó la edición. El resultado es esta curiosa pieza audiovisual que se puede ver y escuchar en un pequeño televisor de tubo ubicado sobre una mesita de luz, simpáticamente convertida en un Two auténtico. La inclusión de este material no es casual, encaja con el concepto eje de la muestra: también invita (o directamente empuja) al espectador a que observe el durante.
Hay algo más. La muestra es un todo. Tanto el video como las fotografías son armónicas con esa tan trabajada evolución, no están incrustadas, no son mantazos de un artista ahogado en la repetición: siguen siendo un José María Casas, lo cual es, probablemente, el mayor mérito de su producción artística"
- publicado en Ramona WEB, Buenos Aires, Argentina, Marzo 2011.
- Hacer algo más allá de lo pensado, más allá de la utilidad, que sólo posibilite la experiencia del gusto improductivo... Goce estético por antonomasia en la era de la posmodernidad.
En bloques rectangulares de madera blanca, cuya cara superior se encuentra coloreada por una mixtura de tinte, calidad y textura, José María Casas ha dado rienda suelta a su creatividad por medio del “dreeping”. De manera que técnica y soporte se aliaron, para generar chorreaduras totalmente irregulares en las cuatro caras verticales laterales de cada uno de los volúmenes geométricos, que dispuestos al azar, configuran un laberinto bajo ocupando el espacio de la sala. La mayoría sobre el piso, otros entre el piso y la pared, alcanzando una posición oblicua.
¿Se trata de pinturas o de objetos? ¿Esto se explica por par de oposiciones? La muestra Objeto-Pinturas, sólo parece adquirir significado a partir de las operaciones con que ha trabajado el artista, y a las que en consecuencia nos obliga a aprehender a fin de apreciar el conjunto de la obra. Vale pensar entonces, que la potencia operativa de la misma radica en su propuesta, ya que no es posible definirla según el medio. Funciona como creación de nuevas prácticas, y no de categorías.
Las superficies que Casas destinó al uso del color, cambian el eje que va de lo vertical a lo horizontal, sin perder el primero en virtud de la tri-dimensionalidad de los soportes utilizados (que posibilitan el chorreado del color), dando cuenta de una ruptura de la forma hacia la anti-forma incontrolable. En esta praxis se produce un triple descenso: el de la pintura que chorrea por la fuerza de gravedad, el de las materias que se van depositando sobre las superficies de madera de los bloques, y el de lo no-sublime o abyecto como consecuencia de esa absorción de materias “bajas y extra artísticas” por parte de las superficies. No hay modo de orientar el movimiento del color que daría lugar a la forma, así como resulta imposible impedir el depósito de polvo, tierra y suciedad sobre los objeto-pinturas.
El cambio de eje que realizó Casas, provoca una falta de visión instantánea de la obra en el espectador. Más bien lo obliga a integrar corporalmente la experiencia temporal al puntuarle un movimiento continuo en torno a cada objeto-pintura, como posibilidad de acceder a la experiencia estética. Experiencia que genera entropía con la obra, en la creciente aceptación del estado de desorden que se hace apenas perceptible a medida que discurre el tiempo durante el derrotero laberíntico a que los objeto-pinturas invitan.
- publicado en Ramona WEB, Buenos Aires, Argentina, Mayo 2010.
- Two.-
"La estupidez anuncia un pasado próspero, completo de maravillas que ni el presente ni el futuro lograrán igualar. Aunque también es moda que los artistas contemporáneos (especialmente los novatos) esquiven escuelas e influencias; porque nadie quiere parecerse a nadie, porque cualquier etiqueta es un límite, porque todos son potenciales fundadores de un mundo artísticamente nuevo que tiene como epicentro las angustias y los pareceres del propio artista. Muy básico. Ni uno, ni otro. Son argumentos que ya no generan la menor convicción. El mundo del arte, desde una perspectiva un tanto pesimista, parece estar más preparado para grandes firmas que para grandes obras. Las revoluciones tienen por delante escenarios complejos, los grandes castillos se confunden en el vasto horizonte contemporáneo.
La búsqueda, hoy, es comunicar. Cuando uno encuentra qué y cómo, de acuerdo al contexto y la circunstancia, está siendo contemporáneo. No interesan los juicios de valor ni las connotaciones bursátiles, interesa tener algo para decir y decirlo de un modo novedoso. Entonces vale la pregunta: ¿Todavía el lienzo puede aportar algo? La obra de Two.- es un argumento a favor. Siempre hay algo más.
Sus primeras obras fueron un experimento personal, algunas espátulas, pinceladas poco definidas, una paleta convencional. Pero fueron también la punta del ovillo. Con los años la pincelada se transformó en mancha y la mancha en una marca personal, prácticamente registrada. Los colores desvariaron con la exploración de los materiales. Los planos se fueron partiendo, se dividieron. Después apareció el brillo y las conjunciones. Los desequilibrios. El diseño, el espacio. Las texturas. Two.- es un abstracto, la lectura de su obra comienza desde esa línea pictórica y se extiende –especialmente en sus últimas obras- hasta el encuentro con la geometría y lo simétrico. Por momentos parece que se encierra y que cada gota que chorrea sobre los charcos de colores está milimétricamente pensada. Entonces se vuelve predecible. Y por momentos explota con pedazos de material salpicado bestialmente. Entonces la obra se redimensiona. Aun así, siempre subyace la identidad Two.-. Tal vez ese es su mayor logro: siempre es él y cualquiera es capaz de reconocer sus cuadros entre una multitud.
Con su obra no reniega del pasado ni se encandila con el presente. Two.- oscila de atrás hacia adelante en busca de elementos. Primero observa (lee) y después pinta. Su obsesión es estética, el resultado es una imagen que no tiene otra connotación que el disfrute visual. El título en sus trabajos, incluso, es apenas un detalle, aparece en última instancia y sin compromiso. No hay figuras ni descripción. Tampoco mensajes explícitos. El concepto está limitado al mínimo. Ni siquiera hay tiempo. La búsqueda está en relación directa con la forma y el espacio.
Habrá que ver hasta dónde es capaz de evolucionar. Es un artista joven que va por el buen camino y todavía quedan kilómetros de tela por delante. Será cuestión de prestar atención. Vale la pena seguirle los pasos."
- Mar del Plata, Junio del 2009.
- "Jose Maria Casas vive como pinta, buscando instalar la tension de la vida dentro de los limites del arte. Lo arriesga todo, queriendo una y otra vez llegar al maximo de la expresion. Cada trabajo es consebido como una guerra en la cual el enemigo debe retroceder para poder ampliar la frontera. De eso se trata su pintura, de alcanzar la conquista imaginaria que extienda la frontera mental. El, como artista, lo arriesga pintando; nosotros, como contempladores, disfrutamos la posibilidad de conocer un territorio nuevo.
Jose Maria trabaja dentro de un concepto de "dinamica continua" por el cual interviene sobre la tela ocupandola en su totalidad, sin partir de zonas preconcebidas. Frente a su juventud sabe muy bien adonde quiere llegar. La obra es el resultado de una razonada espontaneidad, donde la descarga de los impulsos psiquicos esta inconscientemente guiada por su experiencia de pintor.
En las creaciones reproducidas pordemos ver como aplica la gama de recursos plasticos provenientes de la tecnica del expresionismo gestual. El cuadro se convierte en una biografia abstracta de los sentimientos del autor."
- publicado en el libro "Panorama del Arte Argentino", Buenos Aires, Argentina, Noviembre 2008.
- "Il colore si rabbruma e si raggruma, si confonde in macchie sovrapposte e riunite nellunica, irrinunciabile cifra di Jose Maria Casas. La sua multiforme immaginazione compositiva crea una peculiare esattezza visiva ben oltre ed al di fuori di forme riconosciute o riconoscibili, inventata ed inserita nellirriflesso sfrenato della sua ipoteca artistica. Un movimento compulsivamente elettrico costruisce una pittura “agita”, agitata da forme che non restano intrappolate nellimmagine, incollandosi al temerario terreno dellincongruo. Tanta parte di storia dellespressionismo astratto americano viene riveduta e riattualizzata, rielaborata seguendo un rigore inaspettato ed inasprito nellurgente necessità della sua forza spezzata e indifferente. La scossa irruente del suo dripping del tutto contemporaneo viene incastrata allinterno di sinergie cromatiche inattese, estese ed estensibili nellirresolubile reiterazione del gesto. Una continuità che non ha scioglimenti dove il cuore inestricabile si fa intrico tagliente, intrecciato in una vertigine di parti esplose e recuperate allimponderabile ed alla nettezza dellimprecisione ipnotica. Il privilegio e lincombenza di sostenere tale anarchia pittorica sottolineano una qualità artistica al limite tra logica filosofica ed emotività poetica: il colore, estenuato, estetizzato, mai compromesso, ritrova di volta in volta un proprio primitivo ed originale valore costruttivo; ostinato ed ossessivo nella giusta assenza di contorni, quanto anomalo nello scarto di spazio e di qualsivoglia regola o segnalazione prospettica. Si subisce lo smacco, si sta tenuti sotto scacco da un cromatismo capriccioso, anello e incrocio tra giochi di corrispondenze interne ed esteriori. Le curve sensualmente libere seguono il “coté noir” dellartista argentino, un preciso risultato arbitrario in cui lutile e piena consapevolezza della regola è capace di correggere leccesso demozione, ciò che rimane dellincubo patito quando ne si smarrisca lo spavento, ma ne si conservi laffanno."
- Bolonia, Italia, Octubre del 2008.
- "Trabajando desde una abstracción informal y con una técnica muy libre, Two crea formas y propone sensaciones para compartir la vida con aquellas personas que necesitan tanto de la contemplación artística como de respirar. A ellos se dirige su obra: a los que miran con imaginación, a los que precisan del color en la vida cotidiana, a los que pueden jugar reinventando la música que acompañó el nacimiento de la forma. Para José María Casas (TWO), el arte no sólo es un diálogo entre obra y mirada, sino que también es generador de estímulos vitales y trascendentes, donde se intercambian los aspectos creativos del artista con la experiencia de vida del contemplador.
Formado dentro del lenguaje contemporáneo, Two trabaja técnicas tan disímiles como la pintura, el dibujo, la fotografía y el arte digital. En ellas se vale tanto de la mancha, como de la línea o el esparcido para crear una imagen enigmática que deja ver en un instante, el gesto certero de su impronta al nacer. Este momento expresivo se continúa con la búsqueda de gradaciones de color que confieren atmósferas distintas a cada cuadro.
La aplicación de intervenciones rápidas y espontáneas sobre el soporte provienen de la evolución del lenguaje surrealista en el cual, por intermedio de una descarga automática se procuraba que la imagen provoque un encuentro con lo maravilloso. Más adelante los aportes del expresionismo abstracto ampliaron los márgenes de libertad para desentrañar los momentos iníciales de la creación artística.
José María Casas desarrolla hoy una imagen personal, rica en ideas plásticas y de profunda poesía, producto de un trabajo diario donde se unen la experiencia y la innovación. Two se preparó como artista para solidificar lo espontáneo, nosotros como contempladores debemos encontrar las palabras que lo estimulan como creador".
- Buenos Aires, Junio del 2008.
- José María Casas / obras 2004 - 2008
Parte del todo
"Cuando trabajo en un texto que narra el recorrido de un artista, tomo en cuenta siempre la manera en que manifiesta su deseo de sostener el trabajo con la imagen; ardua tarea que está formada por pequeñas y grandes decisiones cotidianas, que llevan a forjar un currículum el cual se ensancha, todo el tiempo, con nuevos proyectos. Esta actitud es una marca distintiva de lo que genera un buen artista y es algo que me permite valorarlo.
Luego está la capa que da forma a cada cambio, sedimento de lo que es un proyecto nuevo. Esta es una sustancia que despierta mi mayor interés, ya que en esa lectura se puede observar, en aquello que hace cada artista - y siempre en mi modesto entender- algunas de las características que lo expresan en una identidad particular.
Finalmente - y dicho esto sin cerrar el proyecto de análisis de una producción - está su propio discurso frente a mí, que me hace situarlo en alguna de las grandes tradiciones argentinas tanto como valorar si piensa como un contemporáneo o repite fórmulas de la modernidad.
I
Hay tres líneas de trabajo muy visibles en su última producción. Las tres sostienen, de distinto modo, su marcada abstracción.
La premisa del fondo apenas trabajado, que converge en la forma de la figura haciendo que éste mantenga un peso significativo, es una de las marcas especiales de su obra. Cuando enuncia mediante la elocuencia de pequeñas formas, sobre el blanco contenedor del plano, se ven densidades del color y la forma que dan un buen equilibrio compositivo apoyado en las dos posibilidades de ambos elementos del lenguaje plástico. Son obras que manejan un lenguaje expresivo de breves narraciones, sobre la base de la repetición o variaciones del mismo concepto. Contienen esa especie de definición pictórica en donde no es necesario abundar en detalles: todo se sostiene dentro del plano y busca hacer participar plenamente los mínimos componentes del trabajo, incluidos los bordes.
Se enmarca particularmente en una gran tradición abstracta argentina que bucea la planimetría mediante el uso de una fórmula simple: color y formas en una densidad espacial. Obras de los esencialistas como César Blanco, también marplatense, quien produce con más riqueza en el colorido,- siempre de ajustados tonos pastel-, se conectan claramente en la manera de dejar peso en el fondo, como una parte importante de la composición; usando la abstracción como lenguaje.
El color puede variar hasta el opuesto, negro sin concesiones. Estas obras que parten de dicho fondo negro, no consiguen a mi modo de ver algo tan valioso como el propio blanco, aunque hagan vibrar el color de un modo particular. Son interesantes, sin embargo, las obras que saltan del plano y colocan tres o más partes ensambladas que luego se transforman en una sola, cuando la forma aparece. Rozan la posibilidad de la forma auto sustentable, recreando la materialidad de una escultura o una de las formas de los primeros minimalistas argentinos, como Alejandro Puente en su época de estructuras primarias, aunque en su caso el color estuviera siempre ausente. Esta tradición de agrandar el concepto cuadro proveyéndolo de partes que se conjugan, también tuvo buenos efectos en Felipe Noé, cuando llega hasta dar vuelta las telas para buscar el lado negativo de la imagen o que el soporte estallara en su planimetría y diera algo más de sí. Es una variación que creo puede dar muchas posibilidades al trayecto de José María como artista nacional.
Hay una variante que me parece sumamente interesante. Es cuando trabaja sobre la superficie de modo casual, usando el recurso lúdico de hacer correr sobre la tela el color diluido o la densidad del mismo casi salido del pomo, apenas mezclado. Este proyecto que tiene larga historia dentro del arte internacional, nunca produce el mismo resultado, aunque se usen los mismos productos y el mismo plan de acción. Es claro que se apoya en lo azaroso, pero no deja lugar a dudas el que hay una parte del proceso que el artista siempre encauza, corrige o detiene a tiempo, consiguiendo cerrar la tela con un modo particular de afrontar su propia imagen. Sobre este punto hay algo que me interesa destacar. Eduardo Hoffman, -argentino y activo participante de la década del ochenta que significó acá y en el mundo una vuelta a la pintura de grandes dimensiones-, busca en la tela algo que está en el aire, mediante sucesivas impresiones y borrones de lo que va colocando en una euforia casi caótica sobre la tela. El resultado de José María es similar: las manchas se "mueven" en alguna dirección, cayendo por propio peso o por manipulación hacia alguno de los ejes que equilibran el plano de base. Hay una obra de Casas que me gusta mucho mirar con detenimiento, pues está llena de una sustancia pictórica apenas reconocible de color que realiza una espiral hacia adentro. Es una obra donde aparece un acorde casi musical, conectado con la obra donde el fondo pesa mucho; pero con una mejor convivencia, porque hay un magma casi vacuo que se llena de pequeños toques que dan lugar a imaginar posibles lecturas de lo que "vemos" allí. Expresa muy bien el vacío y lo que podemos proyectar sobre la tela, rozando la melodía apenas audible, que por esto mismo atrae nuestra atención.
II
Como todos sabemos, el arte contemporáneo tiene muchos mentores pero hay un punto donde todos convergen y es el de considerarlo en esta categoría mediante el análisis de la producción, la presentación y la circulación de la obra de arte en el contexto actual.
Pensar un producto artístico está muchas veces plagado de una serie de dispositivos de producción que se apoyan o copian modelos preexistentes como los de la publicidad, las presentaciones de productos, la cartelería o la comunicación visual en general. Se presentan como puestas en escena de similares características en donde siempre hay algo que induce al espectador a pensar el equívoco y dilucidar el nuevo significado provisto por esta relocalización de un dispositivo. Este tipo de obras no circulan fácilmente por espacios donde sólo se cuelgan obras, requieren un contexto arquitectónico que ficcione mejor el producto exhibido y necesitan, claro está, de la complicidad del espectador para conseguir seguir la dirección de sentido renovado que aporta este proyecto.
José María ha trabajado en esta misma dirección usando la forma en la cual se exhibe una camiseta de un jugador en un bar temático, pero cambiando el mensaje. Cada color es una marca individual en el modo de la frase enunciada por las Madres de Plaza de Mayo cuando sostienen que cada persona cuya vida se perdió tiene una analogía con el color que puede definirse mediante algunas evidencias de agrupamiento pero con toda la expresión que cada uno con sus matices tiene. Estas nuevas marcas son para él la pérdida de sentido que muchos de sus compañeros van dejando en la medida que circulan por la noche de su ciudad, Mar del Plata, capital del "ruido" nocturno desde hace décadas. Apariencia de alegría encapsulada o conseguida por sustancias que significan una nueva generación que se pierde o se deja morir, por otros supuestos, en un contexto que hace gala de su ceguera para entender el proceso desintegrador.
Elegí este último proyecto para cerrar este trabajo de aproximación a su obra porque creo que permite evidenciar algo claro. Casas no deja de avanzar en varios planos. Admite la experimentación como parte de una búsqueda abierta que va hacia el encuentro tanto como usa la composición para asegurarse que hay un orden planificado en un universo que él propone como armonioso y claro. Pero también bucea en el discurso de compromiso con su tiempo y su generación. Son potencialidades abiertas que me complace mirar con detenimiento, que resultan significativas en la medida en que su trabajo gana territorios nacionales e internacionales, que permiten lecturas acerca de su universalidad tanto como su singularidad. Sigo con particular interés el trayecto que están haciendo artistas de su generación. Tienen en común una clara materialización de su deseo de sostenerse como artistas visuales mediante acciones diarias y aprobadas por su entorno, tanto como ampliar lo expresivo mediante una selección de propósitos que da cuenta su oficio en curso de evolución. Pero se muestran preocupados por enunciar desde algún lugar particular, que viven en una sociedad que está buceando su hibridación para dar cuenta de su propia y particular mirada, para nada distraída de las cosas que duelen. Y en esto creo que José María puede dar un plano activo de sus circunstancias, de las cosas que hereda como discurso de artista emergente y de las que produce desde su lugar de identidad."
- Mar del Plata, Marzo 2008.
- "A veces en el taller, abandonamos nuestros bastidores para ver los caprichosos recorridos que toman las pinturas de TWO hasta quedar definitivamente plasmadas, y despojados de toda razón con el perdón de los griegos, nos atrevemos a delirar que si existió un ser Creador, se deleito utilizando el Abstracto para su obra, que dejo de ser tal cuando los seres comenzamos a nominarlos.
Con TWO no hay razonamientos ni análisis posibles; solo hay que plantar sus pinturas ante los ojos y permitir que esa visión sea la fuente primera y ultima del recorrido entre la contemplación y la intro; como los paisajes que nos regala el Universo: entran por la retina pero no los atrapa la razón: van directamente hacia adentro, a encontrarse con el alma.
Vida, experiencias y conocimientos adquiridos mellaron en TWO y ahora salen así... me recuerdan un pasaje del libro Ilusiones (Richard Bach): " La nube ignora por que se desplaza en determinada dirección... siente un impulso... ese es el rumbo del momento. Pero el cielo conoce sus razones y las configuraciones que hay detrás de todas las nubes...
... y tu también las conocerás cuando te eleves a la altura indispensable para ver mas allá del horizonte."
- Mar del Plata, Junio 2007.
"La pintura busca nuevas formas pero muy pocos saben aun que se trata de la busqueda inconsciente de un nuevo contenido". Vasily Kandinsky
"Todo cuadro es una idea plasmada. Razon o percepcion pero siempre musica interior. En los trabajos de Jose Maria Casas, Two, la sustancia pictorica liberada de la tarea de remitir a una cosa deviene ella misma cosa y deambula distendida fusionando o dividiendo, pero siempre fecundando.
Con solo veinticinco años, este artista marplatense ha desarrollado una estetica en la que el color se inscribe en una poetica que seduce al ojo y provoca que el espectador se olvide de si mismo y se entregue al cuadro. En el conjunto seleccionado para esta muestra proliferan las formas cromaticas con un solido sentido interior, una polifonia --si se me permite el prestamo a la musica-- que solo por su cohesion inherente logra dispersarse y poblar el lienzo. El acrilico, a menudo trabajado con la ligereza de una gouache, permite variaciones tonales aleatorias, impredecibles, ricas en revelaciones y sugerencias.
De este modo, la forma informe se despliega como una suite portadora de sentido y se intuye una voluntad de espiritualizarla, espiritualizando la materia. Los rojos, a veces planos, otras profundos, concentran una vehemencia apasionada, mientras que los naranjas con la irradiacion del amarillo dan una fulgurante impresion de salud y energia solar. El color es, ante todo, una experiencia. Esta certeza, formulada hace casi un siglo por Vasily Kandinsky, tiene en la obra de Two una gestualidad tan vital como palpitante; un puente seguro que fluye entre el cuadro y las emociones que suscita."
- Buenos Aires, Argentina, Noviembre 2006.
- "Josè Maria Casas, in arte “two-”, attualmente vive e lavora in Argentina; nonostante la giovane età (è nato nel 1981 a Mar de la Plata), esponendo in numerose mostre individuali e collettive ha già ottenuto numerosi riconoscimenti a livello nazionale ed internazionale; vanta inoltre la presenza nelle collezioni private di diversi stati.
Le sue preferenze estetico - artistiche lo conducono a prediligere composizioni di forme e colori che, pur nella loro varietà, appaiono semplici ma non per questo devono trarci in inganno in quanto ogni lavoro è frutto di un impegnativo percorso di studio e sperimentazione dell’astrattismo, del ritmo e della composizione formale, del colore ma anche del significato delle diverse cromie. Lo stesso artista si definisce un amante delle “forme e composizioni semplici” e ritiene che pure lo spettatore possa sentirsi attratto dalla immediatezza, dall’equilibrio, dal minimalismo ancor più che dalla complessità e dall’intreccio dei disegni e delle strutture che le compongono.
Le sue sperimentazioni lo hanno guidato facendogli acquisire la padronanza tecnica di diversi mezzi espressivi quali il disegno, l’acrilico, la fotografia ma soprattutto l’olio. Nelle opere di two- l’importanza del colore ci richiama Kandiskij e la sua teoria della spiritualità del colore nonché i maestri dell’espressionismo astratto americano, ma l’artista al contempo sa distaccarsi dalla loro influenza individuando percorsi autonomi e personali dove il significato del colore stesso e del segno lo conducono a profonde meditazioni e a sperimentazioni pittoriche. Anche gli studi all’Università di Psicologia costituiscono indubbiamente motivo di ispirazione e di stimolo, conferendo alla sua arte una natura psicologica e spirituale particolarmente intensa. Tecnicamente, two-, tratto dopo tratto, crea i suoi lavori seguendo un proprio equilibrio interiore e dando vita gradualmente a calibrate e leggere strutture formali dove singoli tratti e gestualità pittorica dialogano con armonia e giocano fra loro. Jose Maria Casas, che nelle sue opere già dimostra di essere artista completo e raffinato, non si dedica esclusivamente a soggetti di carattere astratto bensì anche a figure e a delicati paesaggi.
E’ straordinario come ogni spettatore, davanti ai quadri di two-, abbia la possibilità di librarsi verso viaggi affascinanti all’interno del proprio intimo e del proprio immaginario ma anche senta nascere il desiderio di immergersi nella scoperta dei pensieri, desideri, sogni ed emozioni depositate dall’artista sulle sue tele; nonostante la dominante di molte opere siano l’equilibrio e la valenza geometrica, va sottolineato anche l’aspetto puramente concettuale dell’arte di Jose Maria Casas
che varca la soglia della sperimentazione pittorica per addentrarsi in pensieri, intuizioni e viaggi interiori che appartengono alla sfera più intima dell’autore che decide di svelarli solo in parte per lasciare anche liberi spazi all’immaginazione dell’osservatore."
- Ferrara, Italia, Octubre 2006.
- "A la obra de Jose Maria Casas yo la relacionaria con el expresionismo abstracto de alguna manera, con la espontaneidad. Con algunas de las formas que tienen que ver con el driping por ejemplo, el uso de las transparencias, la movilidad, las transformaciones. Pero tengo entendido que este es solo un aspecto de su obra por que ha trabajado desde la ceramica hasta una enorme cantidad de diciplinas..."
- Buenos Aires, Argentina, 3 de Junio del 2006.
- "The geometric, intensely colorful paintings of Jose Maria Casas are works that combine simplicity with depth and complexity with whimsy. Inspired by artists like Kandinsky and other Abstract Expressionists, Casas uses color to suggest shape and makes clever use of negative space. The artist states that he is “in love with simple forms and compositions,” as he feels they arrest the viewer’s attention even more than “complex and overcharged designs.” His minimalist approach to painting creates a composition that is at once bold and subtle. He creates a delicate balance between colors, emphasizing their relationships between each other and highlighting the balance between them. Jose Casas is a young artist currently living and working in Mar del Plata, Argentina. He has exhibited his works in both solo and group exhibitions throughout Argentina. His work is owned by private collectors around the world."
- Artmine.com, New York, Estados Unidos, Mayo 2006.
- "La exaltación del color potenciado por el capo blanco del fondo en armónicas construcciones o el minimalismo de determinadas líneas que dialogan con el arabesco, son las variables principales de la atractiva obra del marplatense José María Casas, “Two”, que ya se perfila como dueño de una definida personalidad.
Pobladas de sugerencias sensibles, las pinturas de este joven artista transitan alternativamente por colores que van de los cálidos a los fríos, en sutiles escalas cromáticas. Hay que destacar también la importancia de los fondos, no ya como soportes de los cuadros sino como partícipes. Desde sus oleos de 2002, con una gran saturación de color y la aparición cada vez mas fuerte del fondo, hasta la lograda síntesis de los últimos años donde las obras perfilan con particular intensidad, las pinturas de Casas muestran una evolución creciente y van produciendo distintas sensaciones a través de una inteligente sucesión de efectos visuales que platean originales soluciones espaciales.
Definida su obra como expresionismo abstracto conceptual, podría hablarse también de una arquitectura de la luz, que parte de la omnipresencia del blanco en una intensa vibración lumínica regulada desde un razonado control."
- Buenos Aires, Argentina, Diciembre del 2005.
- "Hace un año conocí a este talentoso pintor marplatense, con apenas 23 años. Uno de los rasgos que mas pude resaltar a primera vista de su pintura fueron sus trazos firmes y el color puro en sus obras. Two, como así se hace llamar , supo captar a través de su perspicaz inteligencia los consejos que como yo le han podido otorgar. Siempre se mostró abierto para los grandes cambios y para interpretar a través de sus obras, enigmas no solo personales si no también culturales.
Desde muy corta edad cundo ni bien pudo sostener con su mano un lápiz comenzó con sus primero trazos. Estos ya demostraban firmeza y personalidad con sus largas líneas. Y así fue como se convirtieron en uno de sus mayores éxitos .
En toda instancia sobresale la soberbia de superación de este joven Casas, que imprime en sus obras un sello que lo identifica.
Cuando viajamos por sus pinturas nos entremezclamos con una dualidad asombrosa. Por un lado la agresividad de sus movimientos y por otro la quietud que encontramos en sus fondos blancos. La armonía en su paleta forma una uniformidad envolvente. Nos encontramos ante una obra de absoluto equilibrio.
Jose no deja de sorprenderme con sus abismales cambios y su constante inquietud por sus nuevos trabajos que pronto veremos en Espacio de Arte 1029 de la Capital Federal.
Jose el mejor de los éxitos, tenés una vida por delante y se que la sabrás aprovechar."
- Buenos Aires, Argentina, Diciembre del 2005.
- José Mª Casas y la Asimilación Conceptual de la Tonalidad
"La búsqueda de la definición del camino es una clara pugna que se mantiene entre el artista y el entorno cósmico. El sentido, la línea conjugadora sintetiza los procesos ideados y transformados en la mente del creador.
En este sentido podemos empezar a desgranar la obra de José María Casas . Una obra marcada por una férrea base fundamentada en la abstracción y dirigida por distintas recreaciones tonales, unas veces tribalistas, otras paisajistas, figurativas... que se nos muestran centradas en la tonalidad y su excelsa asimilación en pro de la más absoluta conceptualidad.
Es en esta búsqueda de conceptos y significaciones en donde el autor proyecta imaginativamente estímulos que recrean en la mente del contemplador diferentes ambientes, hechos o situaciones. Es en la simplicidad formativa donde se genera la transmisión de contenidos y la invitación a que el contemplador participe de la obra, complementando el todo inerte con posibles o , más bien, probables combinaciones aleatorias. El autor deja con clara intencionalidad que el público indague todos y cada uno de los entresijos de su trabajo y lo tome como propio, acrecentando la idea de creación y la diversidad de significaciones encontradas, tantas como espectadores.
Esta estrecha colaboración entre artista y público provoca que la obra se nos muestre muy dinámica, actual , y definitivamente de Vanguardia.
Todo ello sumado a un sencillo pero a su vez, elaborado tratamiento de la tonalidad adecuado a la expresividad y recreación de ambientes, en los cuales, el fondo, muchas veces blanco, no es mero espectador sino que forma parte principal del desarrollo temático compositivo dando lugar a cierta lucha entre espacios, entre fondos y formas, en claro seguimiento del todo imperturbable que complete el trabajo y lo lleve al grandilocuente plano de la transmisión más absoluta de sentidos y significados.
En su caso y como característica de renovador , podemos observar una sustancial fluctuación , una incansable valoración de líneas a seguir en clara unión con el propio “yo”, con la identidad pura, con la incansable búsqueda que hace grande al creador, a la que todos pretendemos llegar y de alguna forma , transmitir mediante nuestro trabajo."
- Cordoba, España, Octubre del 2005.
- Jose Maria Casas (Two): un volador empedernido
"Sabemos que Jose Maria Casas que prefiere el seudónimo de Two tiene 24 años y que es marplatense.
Aunque su pasión por el dibujo y la cerámica data desde su niñez fue iniciado en el mundo de la pintura por Marcela Angera en 1993. Cursa además estudios de psicología en su Universidad natal.
El caso de Two es atípico. Captar su personalidad a través de su arte es algo así como capturar una anguila reacia a todo tipo de anzuelo. La fidelidad a su espontaneidad desconcierta, ya que a sus variantes estados anímicos los va corporizando en pinturas con el in promptu de ese momento. Si tuviera que encontrarle un paralelo musical pensaría en Chopin, tal vez mas cercano que sus admirados Kandinsky o Miro.
Esta versatilidad de Two se ha concentrado en los últimos años en series pintadas al óleo. De una etapa de minimalismo (sui generis): un circulo, algún triangulo y algún garabato dinámico pasamos a lo que suponemos su ultima etapa, del 2004. Oleos sobre tela que con pinceladas de distintos colores van edificando argumentos visuales como quien levanta una construcción, que juegan con el blanco de la tela que dialoga con las construcciones pintadas. Hubiese sido difícil para mi prestar mi adhesión a esta inquieta y ansiosa sensibilidad si no hubiese podido calibrar la extraordinaria sensibilidad de su línea tal como se manifiesta en sus delicadísimos estudios de rostros, algo así como un cable a tierra para este inveterado volador que sin duda también merece el Oscar. Me alegra acompañarlo a Two (Jose Maria Casas) en sus vuelos intergalácticos."
- Buenos Aires, Argentina, Abril del 2005.
- "No es improbable que la cotidiana vecindad del mar, ese "gigante inacabado" como sagazmente lo define Victor Hugo, haya influido en la formacion del estilo pictorico de este joven y talentoso pintor marplatense: porque su deslumbrante informalismo posee el mismo movimiento y vaiven incesantes de las aguas, y la ruptura de las espumas de las olas bajo el sol acompaña a la alegre conbinacion de sus colores, mientras que pajaros extraterrestres navegan por el interio de sus cuadros. El milagro y el misterio coronan asi sus hermosisimas obras, navegante, el tambien, de inquieto temperamento."
- Buenos Aires, Argentina, Agosto del 2004.
- "Pintura… música; pareja inseparable: las dos necesitan equilibrio, armonía, tono, tiempo, espacio, fondo, claros, y oscuros para poder ser; se complementan y exaltan el arte; se mueven juntas por el Universo que pareciera tener todo organizado. Jose conoce perfectamente esta comunión y la explota con la audacia que le da su juventud, pero sobre todo su mente abierta, sin prejuicios ni pre-conceptos.
En sus cuadros hay que zambullirse, navegarlos, detenerse en las figuras, gozarlas, disfrutar de sus colores, encontrar texturas… y luego la inmersión en el fondo: otro recorrido… el camino del blanco… el espacio que queda y crea otro mundo: aire, mucho aire para respirar, para extender la mente hacia el infinito y recorrer vacíos intrépidos y desafiantes; tan inéditos como sorprendentes porque son vacíos con sentido de equilibrio, proporción, y el oxigeno suficiente para comprender que cuando el alma esta abierta, música y pintura se conjugan para que los ojos dejen de ver lo que ven y el cosmos aparezca." Mar del Plata, Argentina, Diciembre del 2003.
- Mar del Plata, Argentina, Diciembre del 2003.